Independientemente de la capacidad económica que poseamos, nuestro hogar dice mucho acerca de nosotros mismos. Desde la decoración, la limpieza, el orden que sigamos y las normas que establezcamos dentro de nuestro hogar, son detalles que dicen mucho acerca de quiénes somos.
Además, de alguna manera también afecta a nuestro nivel de felicidad, ya que no hay ningún otro lugar en el mundo donde pasemos más tiempo. Es por ello que debemos de ser muy cuidadosos a la hora de construir y cuidar nuestro hogar.
Es normal que tras el paso de los años o por falta de interés, vayamos descuidando el estado de nuestro hogar o se vaya deteriorando por sí solo. Para ello, la mejor solución para volver a sentir la misma sensación de felicidad que sentías el primer día que empezaste a vivir en tu hogar, sea haciendo alguna reforma.
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¿Qué cosas debes de tener en cuenta antes de realizar una reforma?
Afrontar una reforma, ya sea integral o parcial, es algo que puede generar multitud de quebraderos de cabeza.
Son muchas las decisiones que se deben de tomar y existen infinidad de posibles soluciones. Esto puede hacer que entres en bucle y que no sepas que camino es el más idóneo con tus intereses.
Con el fin de ayudarte, estos son las cosas que debes de tener en cuenta antes de empezar una reforma:
- La primera (y más obvia) es tener claro cuáles son los cambios que deseas hacer. No puedes empezar un proyecto y luego cambiar de opinión, si lo haces, lo más seguro es que un cambio de idea ocasione pérdida de tiempo e incremento de gastos.
- Ten en cuenta que es muy probable que surjan imprevistos. Casi nunca concuerdan los gastos previstos con los que finalmente se dan, esto es debido a que durante la reforma se suelen descubrir problemas ocultos que deben de ser arreglados, tales como: desniveles en techos y paredes, mal estado de las tuberías y cañerías, deterioro en las instalaciones eléctricas, humedades internas, necesidad de realizar dobles aislamientos, etc. Para evitar que cualquier imprevisto pueda suponer con la imposibilidad de poder finalizar con la obra o tener que posponerla, es recomendable que en el presupuesto final se le añada entorno a un 10% y un 20% para cubrir esos posibles costes.
- Deja que los profesionales te asesoren. Una vez tengas claro cuáles son los cambios que quieras realizar, trasmitirle todos los detalles a unos profesionales para que puedan orientarte y ayudarte a tomar las mejores decisiones te ahorrará tiempo, problemas y dinero.
- No intentes reducir los gastos en detrimento del resultado final o la calidad. Si has decidido realizar una reforma es porque quieres mejorar el estado de tu hogar y mantenerlo en un largo plazo. Es una inversión en tu hogar que, contra mejores materiales y mejor calidad, más duraran y más rentable será a largo plazo. Por el contrario, lo barato siempre termina saliendo caro y si decides escatimar en gastos, terminaras por conseguir peores resultados y necesitarás tener que volver a realizar otra reforma a corto o largo plazo.
- Infórmate de cuáles son los permisos que necesitas. Antes de iniciar la reforma, infórmate de si es necesario algún tipo de permiso especial como pueden ser: permisos por obra mayor, permisos por obra menor, avisar a la comunidad de propietarios, etc.
- Se detallista durante el proceso. No esperes a que esté la obra terminada para preguntar o modificar aquello que no te guste pues, una vez terminada la obra, será más costoso y difícil modificar algo.
- Contrata solo a profesionales. Este punto podría resumir todos los anteriores. Cuando contratas profesionales, no solo te aportan la seguridad de que el resultado será lo más profesional y eficaz posible, sino que cuentas con el soporte de trabajadores altamente experimentados que te harán la vida mucho más fácil.
Beneficios de realizar una reforma integral
Como hemos comentado antes, son muchos los beneficios de hacer una reforma. Estos son los beneficios más comunes que podemos obtener:
- Revalorización de tu vivienda. Una inversión en mejorar y modernizar tu hogar, supondrá el incremente del valor total de tu inmueble.
- Ganar espacio. Muchas veces el diseño inicial de una vivienda no es el óptimo para aprovechar todo el espacio que posee la vivienda. Una reforma puede ser la solución para ganar metros en de cocina, salón, habitaciones, cuarto de baño, etc.
- Ahorrar dinero. Aunque suene contradictorio dado lo costoso que resulta realizar una reforma, el llevarla a cabo de manera inteligente, te puede hacer ahorrar dinero a largo plazo mejorando las instalaciones de electricidad, posibles pérdidas en tuberías y cañerías o mejorando el aislamiento térmico de tu hogar son alguno de los ejemplos más comunes.
- Aumento de confort y calidad de vida. Tu hogar es el lugar donde más tiempo sueles pasar, donde descasas y te llenas de energía. Una vivienda acorde a tus necesidades y a tus gustos influye en la actitud de las personas que habitan en ella, haciendo que sean una personas más felices y dispuestas a afrontar sus retos del día a día.
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