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Instaladores de calefacción en Madrid

    Instaladores de calefacción en Madrid

    Instalación de calefacción en Madrid profesional

    Tener una casa bien acondicionada y a una temperatura óptima no tiene por qué suponer un incremento en la factura de la luz, del gas o del agua caliente.

    Una buena instalación conseguirá que ahorres dinero manteniendo el calor de tu hogar. Sólo es necesario un requisito: contratar una empresa profesional, con experiencia en el sector, que sepa analizar a fondo las características de tu vivienda para obtener el máximo rendimiento energético.

    La eficiencia energética

    Lo primero que debes hacer es elegir el tipo de calefacción que quieres en tu casa. No es una decisión sencilla y aunque uno siempre busca la rentabilidad, hoy en día los precios de las energías en el mercado son muy volubles.

    El gas natural es bastante económico, siendo el sistema de calefacción más demandado en los hogares españoles (casi un 37%).

    Su uso es más sencillo que el de otros sistemas que requieren bombonas y depósitos, contando en la actualidad con una red gasística muy amplia que garantiza su suministro a prácticamente cualquier hogar.

    El único inconveniente es el coste de la instalación, algo más elevado, aunque fácilmente amortizable gracias a que en los últimos tiempos el precio del kWh de gas se ha mantenido bastante estable.

    El segundo sistema más empleado por los españoles es la calefacción eléctrica (20%). Seguramente la mejor opción para aquellas viviendas de pequeñas dimensiones donde el clima es templado o cálido. Su instalación es más barata y cuenta con un sinfín de posibilidades para atenuar el coste de la luz (acumuladores de calor, calefacción por infrarrojos…).

    Tras estas, vienen otras fuentes de energía bien conocidas como el gas propano, el butano o el gasoil, seguidas de cerca por los combustibles de biomasa, alternativa ecológica y más económica que goza cada vez de una mayor aceptación.  

    Dentro de los sistemas eléctricos, tenemos las bombas de calor. Se trata de máquinas que absorben el frío del exterior y lo transfieren al interior de la vivienda o viceversa, dependiendo de la época del año. Para muchos, este medio reúne dos de las grandes virtudes de un buen regulador de la temperatura: la sostenibilidad y el ahorro. Tal vez la única pega que se le pueda poner sea la actual incertidumbre en el mercado de la luz.

    Por último, entre los métodos más novedosos que pueden utilizar distintas fuentes de energía tenemos el suelo radiante. La disposición de sus tubos o cables bajo el suelo permite distribuir el calor de forma homogénea creando los ambientes más acogedores, aunque es cierto que la inversión inicial es alta, puesto que para su instalación hay que hacer una gran obra.

    No es, ya has visto, una elección fácil y es posible que necesites la ayuda de un profesional que sepa indicarte cuál es la mejor opción en tu caso. Por lo que, si tienes cualquier duda o pregunta, no dudes en llamar a Top4 Construcciones o visitar nuestras oficinas donde nuestros expertos te asesorarán.

    La eficiencia energética

    Una vez has decidido el tipo de calefacción que quieres, sólo resta que los profesionales sepan sacar el máximo rendimiento energético a la instalación.

    La primera toma de contacto deberá hacerla un agente técnico comercial. En su visita, el agente analizará el tamaño de la vivienda, orientación y otras características, antes de decidir la disposición de los radiadores. Estos suelen situarse en paredes frías y preferentemente bajo las ventanas.

    En caso de que los tubos calefactores sean exteriores, se procurará que el trazado de los mismos sea lo más discreto posible para no dañar la estética.

    Es fundamental hacer un cálculo preciso del número de radiadores que necesitarás para climatizar bien tu vivienda. Se trata de encontrar el equilibrio justo para que puedas mantener caliente la casa sin excederte en el consumo energético.  

    Otro aspecto a tener en cuenta es el mantenimiento de la instalación y las inevitables averías, por lo que deberemos elegir lugares accesibles y cómodos para no complicar la labor de los técnicos. Es con este propósito que los radiadores se colocan a una distancia del suelo que varía entre los 10 y los 15 cm, dejando el espacio necesario para poder manipular las válvulas cómodamente durante una revisión.

    Podemos decir que estos son los requisitos mínimos de una buena instalación. Si la empresa cumple estos principios, conseguirá que disfrutes de un ambiente confortable al tiempo que ahorras en tus facturas de la luz, el gas o el agua caliente. Llama a Top4 Construcciones y te informaremos.

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