Mejor si es una empresa de iluminación
En su quehacer diario las empresas de iluminación deben saber conjugar tres principios básicos: la comodidad, el ahorro y la estética.
Una mala iluminación puede llegar a afectar a la salud de la personas al provocar fatiga ocular, cansancio y pérdida de visión. Por eso, los profesionales deberemos atender antes que nada al fin que va a cumplir y el lugar donde se va a realizar la instalación (vivienda, oficina, almacén, restaurante, hospital…)
En el caso de las viviendas, deberemos conocer las horas que el inquilino está en casa y el tipo de tareas que desempeña en la misma. Pensemos que la llegada del «teletrabajo» ha cambiado por completo los hábitos y usos laborales, haciendo que muchas personas improvisen en sus hogares “oficinas” mal acondicionadas lumínicamente.
Son factores que debemos tener en cuenta en empresas como la nuestra, Top4 Construcciones, dedicadas desde hace mucho tiempo a la iluminación, sin olvidarnos de otros condicionantes no menos importantes como la edad de los inquilinos o el hecho de que pudieran tener algún tipo de discapacidad.
Se trata de crear, antes que nada, un ambiente uniforme y cómodo en el que no haya carencia de luz y no tengamos que forzar la vista.
Mejor iluminación, menos gasto de luz
El ahorro económico será la siguiente meta. Hoy en día, el escollo del gasto energético se ha salvado gracias a la aparición del LED, luz fría de bajo consumo con la que somos capaces de reducir considerablemente el gasto eléctrico sin que se resienta la calidad de la iluminación.
Una vez cumplidos ambos objetivos, podremos adentrarnos en el surtidísimo mundo de la estética con todos los efectos y graduaciones que esta permite.
La luz, motivo decorativo
En los hogares, los interioristas solemos apostar por luces cálidas y envolventes, que no producen sombras duras en las paredes, en estancias dedicadas al descanso como los salones y los dormitorios. Esta elección se debe también al hecho comprobado de que las luces cálidas generan un estado de ánimo relajado.
En cocinas y baños, se prefieren en cambio los colores blancos y fríos al ser zonas de la casa que requieren mayor visibilidad.
A esta primera capa se le podrá añadir con posteridad focos o lámparas para aportar más luz a las zonas de la casa que lo precisen.
Por ejemplo, en los comedores o salas de estar los expertos aconsejamos disponer de dos puntos de iluminación, uno de los cuales debería incidir en la mesa para llevar un extra de luminosidad al lugar en el que disfrutamos de los alimentos (también se come por los ojos).
Otra opción sería combinar los dos tipos de luz, usando la fría o blanca cuando hay invitados o reuniones, y dejando la cálida para los momentos de relax en la intimidad.
Iluminación ambiental
Por último, existe una iluminación cuya función es puramente decorativa o de diseño.
Se sirve de luces de ambiente para conferir un aire elegante y sofisticado a la estancia de paso que dirige la atención de las visitas a un mueble u objeto que queremos destacar.
El recurso, un clásico del interiorismo, puede ser utilizado igualmente con plantas, cuadros o molduras del techo, aunque debemos evitar que el contraste sea muy acentuado.
Unos últimos consejos
Hay otros factores en la instalación de la iluminación que no debes soslayar:
- El color de paredes y techos.
- El tipo y el color de los muebles (los lacados y los colores claros multiplican los reflejos).
Si estás metido en alguna reforma, te recordamos que el toque final lo dará la iluminación. Elegir la iluminación correcta, acorde con el estilo de vivienda y el tipo de estancia, realzará los espacios de la casa.
Al contrario, una mala iluminación, puede deslucir el entorno echando a perder tu nuevo hogar.
Por eso te recomendamos acudir siempre a profesionales expertos en reformas integrales. Ellos analizarán todos los factores antes de darte la mejor solución. Llámanos y te informaremos.